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Diario de Burgos, domingo 29 de septiembre de
2013
Quince años a plena voz
El Grupo Vocal
Orbe, «es Ebro al revés», nos apuntan, nació hace ahora quince
años, y por ello ayer quiso celebrar este hecho como mejor lo
saben hacer, cantando, y además, dando la oportunidad a los
mirandeses para que lo disfrutaran con ellos, e incluso, donando
lo recaudado en el concierto a Cruz Roja.
«Éramos una docena de personas interesadas por la música coral,
empezamos a ensayar en el 97 y luego formamos Grupo Vocal,
porque éramos un grupo muy reducido», explica Maite Diez, su
directora. Orbe nació como grupo mixto, pero desde hace una
década solo cuenta con voces femeninas dadas las dificultades
que han tenido para mantener un número suficiente de hombres en
la formación.
Con todo, amigos no les faltan, y ayer esas voces femeninas se
unieron a otras, como las del ochote Amigos
por San Juan, con quienes interpretaron una memorable
sesión de zarzuela. Y hubo otros amigos que se sumaron al
cumpleaños, como los componentes de Teatro Aquende, una
bailarina de la Escuela de Danza Lourdes Herrero, los grupos
carroceros… y contaron con la pianista Carolina Gil Arroyo y la
colaboración del también pianista Pedro Martínez Mariñán.
Varias veces al año ofrecen su buen hacer al público, en
conciertos y galas, normalmente de carácter solidario. Y ayer no
fue menos, con un bello y cuidado programa que recorrió obras
infantiles de Antonio José, piezas barrocas, fragmentos de
óperas, folclore brasileño y africano, temas históricos del
grupo y un fin de fiesta que estuvo protagonizado por la
zarzuela.
Fruto del tesón y del trabajo de Orbe ha nacido un grupo
infantil, ya que hace cinco años creo un taller coral para niños
que repiten anualmente con enorme éxito. De hecho el grupo va
renovándose en sus componentes, y poco a poco están entrando
nuevas voces, algunas procedentes de los talleres, y como
recuerda Maite, otras «de la familia», ya que entre las
integrantes hay madres e hijas, hermanas, tías y sobrinas...
El grupo tiene una cuidada técnica, no en vano la mayoría de sus
componentes han estudiado música, y se preocupan mucho por
aprender con talleres y cursos durante el año, siempre mejorando
la técnica vocal.
Lo de ayer fue un broche estupendo para sus primeros quince años
de andadura, y seguro que hay muchos más, porque gracias a su
labor formativa con los niños, cantera no les va a faltar. Tres
lustros de trabajo y dedicación a la música y al canto coral que
tienen sus frutos no solo con premios, como la victoria en los
Ochotes, sino el del público, el que ayer se hartó a aplaudir
por la buena velada.
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